Fecha de fundación: 26 de julio de 1543
Nombre de los fundadores: Colonizadores españoles
Reseña histórica:
Por: Manuel Patrocinio Algarín Palma
Baranoa, como varios de los municipios del departamento del Atlántico pertenece a la prehistoria.
En el libro del antropólogo, Dr. Aquiles Escalante Polo, denominado: “Santa Ana de Baranoa en la Costa Caribe”, encontramos informaciones que nos demuestran con bases etnológicas, antropológicas y arqueológicas respaldadas en el hallazgo de restos de cerámica encontrados en el sitio llamado “Pecho Hondo” y sus alrededores (barrio San Martín y Góngora), como también en las cercanías de los arroyos Guariguacia y Cuábana, que demuestran que Baranoa existía miles de años antes de la invasión española, habitada por tribus indígenas.
Pedro de Heredia, enviado entre otros, por los reyes de España para someter a los indios que habitaban las tierras descubiertas por Colón, le tocó realizar la gesta conquistadora, en la región del norte de Colombia, en los territorios de los departamentos de Bolívar y Atlántico. Y es por ello, que el año 1533, del 14 de marzo al 17 de abril, realizó la conquista de “Tierradentro”, que conforma lo que es hoy el departamento del Atlántico.
Heredia salió desde Calamarí, hoy Cartagena, el 14 de marzo de 1533, llegó inicialmente al lugar llamado hoy “Amansa Guapo”, luego a Galerazamba, pasando por Piojó, Usiacurí, Tubará, Mengoa, Galapa y Malambo, habiendo encontrado en todos estos lugares aldeas con asentamientos indígenas que tenían a la cabeza un cacique, pero no pisó la cabecera del municipio de Baranoa, sino el sitio denominado “Mengoa”, hoy Megua, ya desaparecido.
10 años después, en 1543, época de la colonia, el Encomendero Don Hernando Dávila o Avila, su esposa doña Inés de Mendoza y otros españoles dentro de los cuales se encontraba el clérigo Martín Melendro, llegan al casco de Baranoa el 26 de Julio de 1543 y al pie de unos árboles llamados Baranoa, el clérigo en referencia celebró la santa eucaristía, en acción de gracias en honor a Santa Ana, por ser ésta patrona de su pueblo en España, por la feliz travesía que habían tenido de Europa a estos lugares. De ahí que la tradición oral nos dice que por este motivo sea Santa Ana, nuestra excelsa patrona.
Después de las épocas de la conquista y la colonia, Baranoa deja de ser pueblo de indios, ya que en 1745 por orden del virrey Sebastián Eslava, gobernador de Bolívar, 39 familias indígenas deben trasladarse a Galapa, para unirse con los hermanos de esa región, orden que cumple el juez y alcalde pedano Francisco Pérez de Vargas, proceso que cumplió del 2 de Enero al 30 de Junio del mismo año. A partir de esta fecha, 132 familias inician un nuevo proceso de fundación como pueblo de vecinos libres.
Otro acontecimiento surge para el año de 1800 cuando Baranoa pasó a ser parroquia, a raíz de una nueva forma de división política, perteneciendo al cantón de Barranquilla y a la provincia de Cartagena.
En desarrollo de esta nueva etapa de la vida político-administrativa de Colombia, surge la Ley 20 de Marzo de 1852, expedida por el Congreso de Nueva Granada, que elevó el número de provincias a 35, dentro de las cuales estaba la de Sabanilla, con capital Barranquilla, dividida ésta en 3 cantones y Baranoa constituía un distrito parroquial, cambio que le sirvió para enraizarse considerablemente en su fe católica.
Luego sufre otro cambio sustancialmente, pues mediante Ordenanza Nº 11 del 23 de octubre de 1856 fue elevada a la categoría de municipio, efemérides que celebramos por dicha exaltación y no por su fundación como erróneamente se ha creído, puesto que Baranoa no fue fundada, como quedó anotado anteriormente.
Baranoa no fue ajena a las guerras civiles que hubo en el territorio nacional, puesto que en 1872, fecha concreta 8 de diciembre, se libró en el perímetro urbano, un reñido combate entre sus mismos habitantes liberales y conservadores. Todo a raíz de una elección de concejales, combate que enlutó a muchos hogares por las bajas sufridas de parte y parte.
La historia local registra en sus páginas un segundo combate, hecho ocurrido el 5 de septiembre de 1873. En esta ocasión las tropas gobiernistas estuvieron comandadas por el general Miguel Céspedes y las revolucionarias conservadoras, por el general José María Mendoza Llanos, quien pereció durante este combate.
Una vez más Baranoa se tiñó de sangre el 11 de marzo de 1895, puesto que hubo un combate entre las huestes conservadoras que venían de Barranquilla y los liberales comandados por el coronel Clodomiro Castillo, quien fue derrotado por las fuerzas conservadoras comandadas por el general Elías Rodríguez.
En este combate las tropas liberales se atrincheraron dentro del techo de la iglesia de nuestra señora Santa Ana, quienes disparaban con éxito desde las torres. Para reducirlas tuvieron los gobernantes que ordenar la quema del templo y fue así como con mechones, toallas y mantas rociadas de petróleo incendiaron el techo que era de paja. Las llamas voraces destruyeron la imagen de Santa Ana y el padre Caballero, párroco de turno, esculpió en madera una de las dos imágenes que existen. Es el 11 de marzo de 1895 la fecha trágica de la quemazón de Baranoa, puesto que no sólo el templo se quemó, parte de la población.
Baranoa es tierra fértil, en todas y cada una de las facetas de las artes y ha dado hombres intelectuales de talla nacional, dentro de los cuales destacamos al General Juan José Nieto, escritor y primer novelista de Colombia, general de la república, presidente del Estado Soberano de Bolívar y presidente encargado de Colombia. Por sus luchas políticas e intervención en las contiendas de la guerra civil fue hecho prisionero en la cárcel de Cartagena y luego llevado a Panamá, más tarde fue desterrado a Kingston. En este exilio escribió la novela de carácter histórico titulada: “Ingermina o la hija de Calamar”, que desde el punto de vista cronológico, la primera novela escrita por un colombiano; obra titulada “Los Moriscos".
José Francisco Insignares, ilustre abogado, después del general Nieto, la figura más significativa en la historia de Baranoa, fue Secretario de Gobierno y Guerra del gobernador de Bolívar en 1885, se desempeñó como diplomático al ser acreditado como Ministro Diplomático de Colombia ante el gobierno de Venezuela, posición que ocupó en 2 ocasiones. Como político de raigambre conservadora, fue honrado en Bogotá con el cargo de Presidente de la Convención Nacional Conservadora, como político era tan prestante que cuando llegaba a la capital lo iban a recibir en el coche presidencial. En varias ocasiones ocupó los cargos de Ministro de Instrucción Pública y del Tesoro Público, hoy Ministerio de Educación y Hacienda. Fue miembro del Senado y, sobre todo, fue impulsor de la creación del departamento del Atlántico.
Sería muy largo enumerar la pléyade de hombres ilustres, que se destacaron en los campos político y literario de Baranoa.